Durante los tiempos que corren ha tocado adaptarse a la nueva realidad que impuso la llegada del virus Covid-19 a nuestras vidas.
Confinamiento, distanciamiento social, lavado de manos riguroso, uso de mascarillas o escudos faciales protectores entre otros, son las prácticas cotidianas que forman parte de la nueva normalidad del día a día. Pero qué pasa cuando estás embarazada y llega el día de dar a luz en medio de este momento histórico sin precedentes?
Muchas mujeres manifiestan temor ante la actual amenaza que representa la presencia del virus en el momento de dar a luz.
Hay un estado de incertidumbre natural que acompaña a las parturientas durante su proceso parto, cada una está a la expectativa de cómo será el nacimiento, que sentirá, cuánto durará la labor, etc. Pero en estos momentos se suma una sensación de inseguridad en relación a la existencia del coronavirus y de cómo esto podría afectar el proceso de parto dentro del hospital o de cómo podría afectar su estado de salud y la de su bebé ante un posible contagio.
La pregunta más frecuente es podré estar acompañada? Podré dar el pecho? Estaré siempre con mi bebé o se lo llevarán? Para responder a estas interrogantes, he contactado a un grupo de matronas de la residencia hospitalaria en Tenerife tanto en el hospital Universitario como en el Hospital la Candelaria.
En un primer vistazo global, en todo el Mundo se adaptaron los protocolos hospitalarios para el manejo de los partos, estos protocolos difieren un poco entre sí dependiendo del país donde se encuentren, basándose en la cantidad de población que se atiende, el número de contagios por coronavirus, la disponibilidad de equipo sanitario y los lineamientos de cada ministerio de salud.
En España, se aplicaron algunas restricciones al inicio de la pandemia, pensando que sería beneficioso para salvaguardar la salud de la madre y el bebé aun cuando estas medidas iban en contra de las recomendaciones de la OMS. En un primer momento en algunas comunidades autónomas tomaron la decisión de no permitir a la madre ningún tipo de compañía durante su labor y su parto, ya que se consideraba una amenaza de contagio. Momentos más tarde, los hospitales que habían estado separando al bebé de la madre y prohibiendo el acompañamiento a la parturienta, reflexionaron al respecto y rediseñaron sus protocolos para permitir que los derechos fundamentales de la madre y el bebé por nacer no fueran violados. En este punto insistió la FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España) quienes recalcaron que “las mujeres tienen derecho a una experiencia de parto segura y positiva tengan o no infección por coronavirus”.
En cuanto a Canarias, tenemos el número más bajo de contagios por covid-19 en la población isleña. Nuestro equipo de matronas, trabaja día y noche con mucha dedicación y cariño para asegurar a las mujeres que serán atendidas como lo merecen.
En Tenerife, el hospital Universitario maneja el protocolo de parto actual muy similar a como lo venían haciendo en los tiempos previos a la pandemia.
Lo único que ha cambiado es que la madre no puede recibir visitas una vez que ha dado a luz para evitar la concurrencia de personas al centro e impedir así un posible contagio de personas externas. Además como medida preventiva el personal sanitario hace uso de mascarillas o de escudos faciales para evitar contagio así como el lavado exhaustivo de manos. "nosotras estamos siempre muy cercanas a la madre, la única diferencia que notarán es que la sonrisa no podrán verla de nuestra boca sino desde nuestra mirada" - remite Mónica Jimena Quiceno González una de las matronas residentes del hospital de la Candelaria.
Por otro lado, como medida preventiva, se ha establecido realizar un examen de Covid-19 a todas las gestantes desde el servicio de fisiopatología, si no hubiesen sido citadas a tiempo, se les realiza en el hospital en el momento del parto.
Las residentes de matronas del hospital universitario de Tenerife desean enviar a todas las madres embarazadas un mensaje de calma. El hospital está completamente operativo, se trabaja con normalidad y no hay saturación. A las mujeres se les permite su acompañante de parto durante todo el proceso e incluso después del nacimiento en planta. Pese a que las circunstancias son especiales, la atención en el hospital no ha cambiado. De hecho, hasta está siendo más privilegiada, ya que en la medida de lo posible se está dejando a una sola mujer con su bebé y acompañante por habitación y se le está brindando la comida al acompañante para evitar que salga y entre del hospital.
A la madre se le garantiza el contacto piel con piel con su bebé al nacer siempre que el parto vaya bien y el bebé nazca sin ningún tipo de complicación que requiera asistencia médica (como siempre se ha hecho).
Asimismo en el Hospital de la Candelaría la situación es similar. El bebé y la madre gozan de apego precoz, al nacer va directo al pecho de su mamá. Toda el área de obstetricia está separada del resto del hospital y no reportan inconvenientes ni saturación. Como medida, están intentando dar altas precoces, a un parto natural sin complicaciones solo 24 horas y a casa, y si fuera cesárea en 3 días como solía ser antes. Lo único diferente en esta estructura hospitalaria es que el acompañante debe irse a casa después del parto y la madre se queda en planta con el bebé para reencontrarse tras el alta.
En este tiempo de confinamiento, encerrados o no, la vida sigue su rumbo, los bebés llegan cuando tienen que llegar y en Tenerife estamos listos para recibirlos con un equipo profesional idóneo, dedicado y garantes de un parto respetuoso. Así que tranquilidad y a disfrutar de su embarazo, a visualizar su parto cómo lo desean! El equipo de obstetricia estará esperándoles para brindarles la mejor atención y con la mayor seguridad.
fuente: residentes de matrona hospital universitario y hospital de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife, España redacción @doulaemi