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Por más partos placenteros y libres de violencia

Actualizado: 20 abr 2020



El Parto, un evento único, irrepetible y poderoso para la mujer, se ha convertido en muchos casos en eventos tristes y violentos, donde la madre en lugar se ser la protagonista de su historia se convierte en espectadora sometida y abusada de varias maneras.

Hay muchos tipos de violencia, algunas invisibles pero reales y con efectos y consecuencias negativas evidentes. El parto es un momento vulnerable para la mujer y lamentablemente justo durante este proceso ocurren muchos abusos.

Como dice Ina May Gaskin en palabras sencillas "Cualquier acto de rechazo (miradas, palabras o acciones pueden cortar el flujo de oxitocina y dañar la labor". Además Los protocolos hospitalarios, aun vigentes, atentan contra derechos fundamentales de madres e hijos.

Hay muchos tipos de violencia, uno de ellos es la violencia obstétrica o abusos

que ocurren durante el parto (no necesariamente propinada por un obstetra sino por cualquier participante en el entorno que someta a la mujer cuando va a dar a luz).

Comencemos por enumerar algunos de los procedimientos rutinarios que aún se practican en algunas instituciones de salud y que privan a la mujer de libertad y de placer:

1- Rasurados y enemas: sabias que esto no es necesario? en muchas instituciones de salud obligan a la mujer a rasurar todo su vello púbico (supuestamente por higiene) y les hacen lavados intestinales (que son muy desagradables sobre todo mientras estás en labor ya que se intensifican las sensaciones de las contracciones). En realidad no hay ninguna contraindicación real por la cual tu vello no deba estar en su lugar y con el tema de las heces siempre sale algo cuando la cabeza del bebé desciende y arrastra lo que queda en el tubo intestinal con su paso (el enema no sirve de nada más que de molestia).

2- Monitoreo fijo: quienes han parido y las han acostado sin moverse por más de dos contracciones seguidas saben lo incómodo que es tumbarse de espaldas mientras están en labor. Se ha demostrado que el uso de este monitoreo fijo en lugar de ayudar el parto más bien lo entorpece, está asociado con un mayor porcentaje de cesáreas. Existe el dopler portátil, una maq


uina pequeña y versátil que puede usarse de forma rápida para monitorear la actividad del bebé sin incomodar a la madre, sin embargo fuerzan a las mujeres a acostarse boca arriba para colocar este aparato.

3- Canalización o aplicación de venoclisis: Parece una barbarie, pero hoy en día todavía hay muchísimos lugares donde le niegan a la parturienta el derecho de beber agua o ingerir alimentos ligeros a demanda. La rutina de canalizar una vía a la madre no solo es incómoda sino que además entorpece el parto, si así es. Pasar por vía endovenosa tan solo hidratación con suero modifica la temperatura corporal, el flujo sanguíneo y por ende la sensación corporal, debido a esto la oxitocina se inhibe y las contracciones pueden ser poco eficaces o incluso desaparecer si está en una fase inicial. No existen contraindicaciones para que la mujer beba a demanda durante la labor.

4- Inducciones: Muchos partos intentan ser acelerados de forma química sin necesidad. las inducciones con pitocín (oxitocina sintética) son dolorosas, innecesarias y peligrosas cuando el parto está progresando por sí solo o cuando aun no es tiempo de que el bebé nazca. Además en los casos donde se administra pitocín o cualquier otro medicamento por vena sin el consentimiento de la madre es una violación de sus derechos. Sabias que el uso de pitocín es tan delicado que está asociado a mayor recurrencia de cuidados neonata intensivos? significa que el bebé sufre en el útero. Últimos estudios también relacionan el autismo con el uso de este fármaco.

5- Inmovilizar a la madre: en muchos casos la mujer en trabajo de parto avanzado solicita ayuda para sostenerse en posturas "extrañas" y se le niega. Limitar el movimiento (como caminar, bailar, acuclillarse, ponerse en cuatro puntos de apoyo...) no es beneficioso para el progreso de la dilatación. Está demostrado que las posturas verticales favorecen el trabajo de parto y las mujeres encuentran las posturas que más le ayudan descubriéndolas por si solas si se les permite moverse libremente.

6- Limitar la compañía que la mujer desea: Hoy en día afortunadamente las instituciones de salud privadas han cambiado las políticas y han abierto sus puertas a dos acompañantes para la parturienta, sin embargo en el sector público no contamos aún con este avance. Negarle a la madre el apoyo que ella desea genera angustia y miedo, que se convierte en mayor dolor y agonía para la mujer que vive esta experiencia de familia en soledad. En los estudios realizados se ha demostrado que recibir apoyo continuo durante el parto tiene beneficios clínicamente significativos para las mujeres y los bebés y además no genera ningún daño por lo cual todas las mujeres deben tener derecho a contar con la persona que elijan para parir.

7- Negarle a la madre optar por un parto vaginal: todavía hoy son múltiples los profesionales de la salud que le niegan un parto vaginal a las mujeres por razones indebidas (embarazo gemelar, cesárea anterior, posición del bebé que viene de nalguitas). En algunos países existen leyes que amparan a las madres, la violencia obstétrica es penada, eso incluye acosar o presionar psicológica u ofensivamente a una parturienta, con el fin de inhibir la libre decisión de su voluntad.

8- Forzar a la madre a pujar en posición supina: La peor postura para parir es acostada tumbada de espaldas, no obstante, en algunos lugares ésta es la forma rutinaria como obligan a las madres a pujar dañando su piso pélvico, haciendo mayor esfuerzo y probablemente recibiendo intervenciones dolorosas y peligrosas como el uso de fórceps o maniobras de Kristeller.

9- Separar al recién nacido de la madre: Por cuestiones de "ahorro de tiempo" se acostumbró a recibir al bebé y separarlo de inmediato de la madre sin obtener absolutamente NINGÚN beneficio con este procedimiento, por el contrario, es totalmente perjudicial para madre-bebé. Los estudios demuestran que dejar el bebé en el pecho de su madre estabiliza rápidamente al recién nacido (regula la temperatura corporal, calma el llanto del bebé, estimula la prolactina en la madre, genera un fuerte vínculo y se instaura la lactancia materna con mayor probabilidad de éxito) Aun hacen falta estudios que comprueben los beneficios a mediano y largo plazo, quien se anima?

Hay mucha tela que cortar, pero por ahora podemos ir trabajando en esto que ya es bastante. Si leiste bien "podemos" todos! tu aporte es importante, tú que estás leyendo esto puedes hacer la diferencia.

Las mujeres pariendo, no somos enfermas, somos mamíferas dando a luz! un libro breve pero brillante que recomiendo en este tema es "el bebé es un mamífero" del dr. Michelle Odent. Si entendemos esta premisa y comenzamos a actuar dando respuesta a estas necesidades primales obtendremos mejores resultados; partos respetuosos, placenteros y libres de violencia!

como dice Odent "no podemos cambiar el Mundo si no cambiamos la forma en la que venimos a él"

Foto: Ivana, Simón y la pequeña Mia

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